Libros con Historia está a 20 Km de Pamplona, el transporte público es escaso. Si no dispones de vehículo propio tendrás que convencer a un amigo. No hay problemas de aparcamiento, y la verdad es que se tarda más en atravesar Pamplona que en llegar hasta Urroz… pero hay que tomar la decisión de venir. Un día de invierno. Cuando la lluvia da ganas de leer pero no de salir a cazar libros.
No tenemos un horario de apertura fijo, si quieres asegurar tu visita tendrás que llamar antes de venir.
Nuestra librería tiene mucho encanto, pero no está climatizada.
Los libros se apilan en algunos puntos de forma que a veces hay que mover varios kilogramos de papel para acceder a una segunda fila.
Algunas baldas están demasiado altas. Otras en cambio a ras de suelo.
Hay bastante polvo. Incluso telarañas en algún rincón.
No todos los libros están bien ordenados. Algunos se teletransportan a las estanterías vecinas cuando nadie los ve.
Tendrás que ser fuerte para superar la impresión inicial que produce el efecto conocido como «sobrecarga de elección». Sufrirás indecisión, insatisfacción, angustia y estrés porque los ojos se te irán detrás de títulos y colores y al principio no lograrás fijar la vista. Nada que ver con los escaparates tipo zen en los que se muestran uno, dos o tres bolsos.
Muchos libros permanecen en cajas, esperando a la siguiente feria y no es tarea fácil convencer al librero de que abra una de ellas para revisar su contenido.
Buscar y comprar libros en una librería como esta no es un trabajo para cualquiera.
Los precios son buenos, pero hay que hacer un esfuerzo para conseguir los libros que se desean.
No es una experiencia cómoda, pero es una experiencia. Nada que ver con la compra impulsiva y sin mérito alguno que hacemos desde el sofá.
Cada vez que compres un libro en Urroz llevarás contigo, además, una historia, como las historias típicas de los cazadores y de los pescadores. Cada vez que la cuentes exagerarás un poco más. Y de esta forma te sentirás vivo.
Todo esto es la pura verdad. Aquí no engañamos a nadie. Tan sólo queda que tomes la decisión de venir a visitarnos. Te esperamos con los libros abiertos.